lunes, 12 de octubre de 2009

"Proceso de la Construcción Social de la Realidad"


Basado en Los Fundamentos de Berger & Luckmann

Por Maciel Salinas Andrade[1]

“El individuo ha luchado siempre
para no ser absorbido por la tribu.
Si lo intentas, a menudo estarás solo,
y a veces asustado.
Pero ningún precio es demasiado alto
por el privilegio de ser uno mismo”
[2]


El mundo se nos presenta tal cual es, con su naturaleza, con especies, con sus individuos, con comportamientos y con su lógica. Las personas nacemos, crecemos y vivimos en este mundo cotidiano, lleno de subjetividades y objetividades, “No es la conciencia del hombre lo que determina su ser; al contrario es el ser social lo que determina su conciencia”
[3], somos parte de la realidad que se construye socialmente y de la cual la sociología del conocimiento debe estudiar.


Cuando nos referimos a la realidad nos referimos también a este mundo que solemos “conocer”, este espacio de las ideas y las personas, que provocan cambios consistentes en la construcción de la realidad. Es así como nace la expresión “Sociología del Conocimiento”
[4], que si bien, aparece bajo el alero de la realidad Histórica Alemana (a nivel de concepto), influye en el estudio de la realidad construida a partir de la actividad humana con el mundo. El consiguiente ensayo, basado en el Libro “La Construcción Social de la Realidad”[5], obra que ha sido concebida como tratado teórico de carácter sistemático sobre la sociología del conocimiento; trata de una u otra manera, explicar la construcción del espacio civil con variables sociológicas, filosóficas (relativa al pensamiento y a los fundamentos) y psicológicas de los seres humanos; donde la cuestión es, él ser humano como ser pensante y racional ¿Es el causante de la realidad cotidiana?, Y bajo esa misma pregunta ¿Entre que parámetros o elementos se da la construcción de la realidad social?.


Antes de responder las cuestiones propuestas remontare a Berger y Luckmann, según estos autores y su interesante libro de la construcción social (antes citado) revelan que el mundo de la vida cotidiana se da por establecido ya, como una realidad, donde existe la problemática de la “Sociología del Conocimiento”
[6]. Es aquí donde encontramos dos términos claves de dicho enunciado como lo son la “Realidad” y el “Conocimiento”; la primera se define como la cualidad propia de los fenómenos reconocidos como independientes a nuestra volición y la segunda, como la certidumbre de lo que los fenómenos son reales y de que poseen características especificas[7]. Ahora bien, conocemos parte de la base del problema. La otra parte remonta a la utilización de la expresión, esta se originó tras una situación particular de la historia intelectual alemana y dentro de la realidad en un contexto filosófico.


Max Scheler, filosofo y uno de los pioneros de la sociología, plantea la formulación básica de esta suerte de concepto. A lo largo de la Historia, se han dado distintas definiciones de este esquema. Sin embargo, todas recaen en el enunciado: La relación entre el pensamiento humano y el contexto social en el que se origina (determinación existencial del pensamiento recayendo en el factor social).


Según los antecedentes, la sociología del conocimiento se presenta en tres corrientes de pensamiento alemán decimonónico: Marxista, Nietzscheana y la Historicista.

La primera relativa a Kart Marx y Engels, “al abordar la cuestión del materialismo desde una perspectiva científica, podemos restituirle su verdadero significado; pues el hecho de ser materialista, como vemos, no impide, en absoluto, el poseer un ideal y luchar por él”
[8], es aquí el fuerte papel del discurso y la ideología, la sociedad tiene elementos por los cuales se materializan los actos y forman de una u otra manera la forma de vida de los entes concientes; la sociología del conocimiento se hace parte de los conceptos propuestos por Marx de “Infraestructura/Superestructura” (es aquí el punto de convergencia, cuando identificamos el real significado de estos conceptos que finalmente llegan a la conclusión del pensamiento humano fundado en la actividad humana y las relaciones sociales provocadas por dicha actividad). Siguiendo con Nietzsche, “Llegar al poder es algo que se paga caro: el poder “idiotiza a los hombres“… En otra época, se decía que los alemanes eran un pueblo de pensadores: ¿Siguen siéndolo aun? A los alemanes de hoy les aburre la inteligencia y el ingenio, sospechan de éstos; la política absorbe toda seriedad e impide que se haga uso de ella para cosas verdaderamente intelectuales e ingeniosas. Me temo que las palabras del himno alemán “Alemania, Alemania por encima de todo” hayan supuesto el fin de la filosofía alemana.”[9] Particularmente, ésta cita planteada por Friedrich, asume la posición o el ideal de poder y la lucha por la sobrevivencia en el estado civil. Finalmente nos encontramos con el historicismo (abundando en esta los conceptos de Scheler, Durkheim, Mannheim, entre otros), que más bien, plantea el desarrollo bajo variables históricas del concepto. Sin abundar, pues no va al caso, desarrollaremos las bases del primer capítulo sobre el fundamento del conocimiento en la vida cotidiana.


El primer cimiento de la construcción de la realidad además del análisis histórico, antes propuesto, nace en determinar la vida cotidiana como una realidad con elementos de carácter social; el primero entendiendo a priori el concepto anterior de “sociología del conocimiento”, puede de una u otra forma, entender que el conocimiento (en la vida cotidiana) orienta la conducta de las personas de esa vida cotidiana. Es más, al clarificar el estudio de la sociología dentro de un carácter intrínseco entre la vida cotidiana, el sentido común y el conocimiento; deducimos que esta “vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente”
[10]. Esto lo podemos entender como “Realidad por excelencia”.


Ahora bien la vida cotidiana no se da entendida sólo con la realidad de los miembros, sino también por el comportamiento que estos miembros desempeñen en el espacio civil. El mundo de una u otra manera, se entremezcla y origina a partir de los pensamientos y acciones de los individuos; sustentados como realidad. Ésta realidad de la vida cotidiana es nada menos que una construcción intersubjetiva, que a través de procesos de comunicación e interacción, donde experimento con y a los otros, se transforma en un mundo completo y compartido a lo que llamamos sociedad.


Constantemente aprehendemos de los demás sujetos, sucesos o acontecimientos y objetos que están en el entorno, “La conciencia es siempre intencional. Siempre apunta o se dirige a objetos. Nunca podemos aprehender tal o cual substrato supuesto de conciencia en cuanto tal, sino solo la conciencia de esto o aquello”
[11], por medio de esquemas tipifícadores. El conocimiento de la realidad se construye a partir no solo de los más cercanos (con los cuales tengo una relación cara a cara y directa), sino también por elementos anónimos y personas que son lejanas a nuestro circulo directo. Nuestra conciencia no solo puede percibir o comunicar a o con el otro, sino que existen una serie de elementos comunes tipificados objetivos, que ayudan a la relación de la construcción de la realidad y uno de ellos es el “Lenguaje”.

El lenguaje es un sistema de signos que posibilita al ser humano la acumulación de conocimiento y hace de este una especie social y trascendente. Si bien, “Una generación es una moda integral de la existencia que se fija indeleble sobre el individuo”
[12], ya que de una u otra forma, existe una trascendencia cultural dada en la sociedad como realidad objetiva, “Cada individuo reconoce misteriosamente a los demás de su colectividad”[13], esta inserto en una cultura y en una generación (ad perpetuam rei memorian[14]), que además y a posteriori este sujeto poseyente de instintos y sentido común, busca o establece como una necesidad, la comunicación con símbolos y simetría[15], más bien, “El conocimiento de las palabras conduce al conocimiento de las cosas”[16]. El hombre, a diferencia de otras especies, establece una relación de apertura con su ambiente natural y humano, lo que hace que el ente humano, después de su nacimiento, continúe su proceso de desarrollo biológico en interrelaciones no sólo con un entorno natural, de facto también con un orden cultural y social específico.


”El cúmulo social de conocimiento presenta al mundo cotidiano de manera integrada”
[17], por lo cual el hombre cotidianamente conoce, expresa y experimenta; todo esta en un constante “acto”[18] de un Statu quo[19] de la persona. La construcción objetiva de la realidad depende necesariamente de la integridad y del cambio.


No obstante, para comprender la realidad objetiva es necesario entender la institucionalidad y la legitimación. La institucionalización, que en su concepto plantea la permanencia a un endogrupo, según características comunes o desarrollo social (refiriéndonos por ejemplo a una institución como el Estado o una Empresa); ésta a su vez, tiene diversos factores que diferencian esa permanencia, como el Organismo y Actividad, Origen, Sedimentación y Tradición, Roles, Alcance y Modos de la Institucionalidad.


Por Organismo, (que en cierto modo es un cuento plenamente biológico) el ser humano pertenece al reino animal, que a diferencia de los demás mamíferos, no posee un lugar especifico de vivencia firmemente estructurado por la organización de sus instintos. El hombre de una u otra forma, convive con gente igual a su especie, pero no se plantea, valga la redundancia, en un ambiente específico. A su vez, el hombre por la misma capacidad de raciocinio y comunicación, que no es la misma de su instinto que es subdesarrollada, busca constantemente cambios, construir estructuras sociales y tecnológicas, abriéndose a su ambiente, interrelacionándose de maneras complejas. El organismo humano es capaz de aplicar el equipo de que está dotado por su constitución interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se diversifica constantemente. Dicha peculiaridad del organismo humano se basa en su desarrollo ontogenético
[20].


En origen, toda actividad humana esta sujeta o precedida por la habituación, ya que todo acto se repite con frecuencia, efecto “Ipso Facto”. La habituación posibilita que un acto se instaure como rutina, por lo tanto permite la toma de decisiones. De acuerdo con los significados otorgados por el hombre a su actividad, la habituación torna innecesario volver a definir cada situación de nuevo, paso a paso
[21].


Por sedimentación y tradición, la conciencia retiene solamente una pequeña parte de la totalidad de las experiencias humanas, parte que una vez retenida se sedimenta
[22], esto quiere decir que nuestras experiencias de cierto modo, están esteriotipadas en el recuerdo. De facto, es en este momento donde se cumple el concepto de tradición (De vita et Moribus[23]). “La sedimentación intersubjetiva” (aquella que comparten varios individuos como biografía común), puede ser verdaderamente social, cuando se vuelven objetivos los elementos en signos. En este caso, el lenguaje se convierte en depositario de una gran suma de sedimentaciones colectivas. Un ejemplo de institución por tradición son las familias, que en ellas existe un factor histórico común. De esta institución nacen costumbres propias y elementos como los recuerdos, vivencias, enseñanzas, entre otros; que nos diferencian de las demás familias.


Los roles, tienen que ver nada más y nada menos con la acción y el papel que debe cumplir el individuo, según sus características. Un ejemplo claro de esto es la Empresa, ya que todos sus individuos cumplen “roles”, para que esta se desarrolle. El ser humano, va cambiando de roles constantemente, mientras que en su hogar es el padre de familia en su trabajo es vendedor, en el hogar de sus padres es el hijo pequeño o así sucesivamente. Este “rol” va acompañado fielmente por los signos lingüísticos, ya que depende del rol desempeñado dentro de la institución el como tratara con las demás personas en un sistema complejo de símbolos y experiencias. Se establecen así el tipo de relación dentro de la institución y también las leyes o normas sociales (que serán enunciadas en posterioridad). “En el curso de la acción se produce una identificación del yo con el sentido objetivo de aquella; la acción que se desarrolla determina, para ese momento, la auto-aprehensión del actor, en el sentido objetivo que se atribuye socialmente a la acción”
[24]. Por tanto, este rol también produce un efecto en “mi” persona.

La importancia de los roles para el estudio de la sociología del conocimiento, es de que revela las mediaciones de universos macroscópicos de significado y las maneras como estos universos cobran realidad subjetiva para los individuos, dicho de otra forma, los roles establecen un orden sistemático que permite a los individuos entenderse e interrelacionarse.


Los Alcance y Modos de la institucionalidad, van de la mano a la formalidad ya que la institucionalización depende de la generalidad de las estructuras de relevancia. Por lo tanto mientras exista comunidad (gente con algo en común, en su estricto rigor), reiterando el concepto de “institucionalidad”, existirán instituciones. Estas se diferenciaran por su simetría (si es una sociedad directa o más indirecta), su legitimación y su rol.


Las Instituciones
, por lo tanto, objetivaciones que cumplen el papel de regular y orientar los comportamientos humanos, estableciendo de antemano pautas que lo canalizan en una dirección determinada. De esta manera, las instituciones son nada menos quienes ordenan el mundo social. Ahora bien, la legitimación es la que permite que la objetivación de los símbolos, tengan una fuerza normativa, pues existe un elemento dentro de esa comunidad que plantea lo coercitivo ante sujetos externos o internos que rompan la norma. Un ejemplo de la legitimación en Chile son el “Manual de Carreño”[25] y el “Código Civil” (como elementos concretos). La institucionalidad al formar asociaciones o sociedades requieren de por sí, procesos de objetivación: Externalización (proceso por la cual las instituciones aparecen fuera del individuo, existen como realidad externa); Objetivación (cuando los productos externalizados de la actividad humana alcanzan el carácter de objetividad, por lo tanto, alcanza también un sistema de símbolos y los significados se materializan); Internalización (Proceso por el cual el mundo social objetivado vuelve a proyectarse en la conciencia durante la socialización).

La Socialización, o como menciona en su tercer capitulo Berger y Luckmann “La sociedad como realidad subjetiva”, plantea que la internalización de la realidad se divide en primaria y secundaria, para entender al individuo en la construcción de la realidad social. En este último episodio de la construcción social podemos entender la problemática de esta sociedad.


La socialización primaria establece las estructuras básicas de la persona (el individuo nace con una predisposición hacia la socialidad, y luego llega a ser miembro de una sociedad
[26]). Se dice que los niños tienen este tipo de socialización y que crea en su conciencia una abstracción progresiva de roles y actitudes. Su formación dentro de la conciencia del niño no solo se identifica con el ente “otro” concreto, sino también con la generalidad que viene siendo lo que llamamos “Sociedad”. La socialización secundaria, es el proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad. La internalización de submundos institucionales, donde su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la distribución social (los submundos). Esta distribución, trae consigo la adquisición de vocabularios específicos por roles, por tanto una internalización de campos semánticos que estructuran interpretaciones y comportamientos de la rutina dentro de un área institucional. Ambos elementos de la realidad subjetiva contemplan el proceso de la internalización como la base de todo proceso de socialización.


La construcción de la realidad de Berger y Luckmann, más que enunciar la realidad como lo hacen otros autores al descifrar el concepto de sociología del conocimiento, rescriben la reconstrucción de la realidad a partir de la identidad social. Es de esta manera, el como nos adjudicamos el poder de ser humano como ente social, entendiendo que el proceso dialéctico que plantean estos autores de “Sociedad es producto humano, la sociedad es una realidad objetiva, por lo tanto el hombre es un producto social” es la base para el desarrollo de la investigación.

En tanto, las representaciones sociales que cambian generacionalmente o a través de la historia, junto con las sociedades que se construyen, tienen en común la determinación de la identidad de grupo. En consecuencia, estas determinaciones tienen sentido para la construcción de la realidad.


Finalmente, podemos entender el estudio de la sociología a partir de la sociedad, que esta construida por la realidad y el conocimiento de ésta. Se compone de realidades objetivas, que plantean parámetros de acción para el buen desarrollo de la humanidad y realidades subjetivas, que encierran el conocer (gnocere
[27]) de este “ser humano”, su interacción lingüística, simbólica y versátil con el medio social. En otras palabras, este producto de hombre, es capaz de construir y renovar el modelo de la realidad.



[1] Estudiante de Administración Pública de la Universidad de Valparaíso
[2] Nietzsche Friedrich, Filosofo Alemán (1844-1900)
[3] Marx Karl, Prólogo a la Contribución a la Critica de la Economía Política. Tomo I
[4] Concepto acuñado por Max Scheler, en la década de 1920
[5]Obra de Berger Peter & Luckmann Thomas, “The Social Construction of Reality”, Edition in Spanish for Amorrortu Editores, Febrero 2001, Buenos Aires.
[6] Cf. “The Social Construction of Reality”, Berger & Luckmann, Introducción “El problema de la sociología del conocimiento”, pp. 13-35.
[7] Alude a la Introducción del texto citado, a modo de comentario la realidad y el conocimiento, según Berger y Luckmann, toman el papel de personajes que incursionan en cada concepto dado en el ejemplo del hombre de la calle, el filosofo y el sociólogo.
[8] Cf. “Principios elementales de la filosofía”, Politzer George, pp.16, Editorial Gradifco, 2004.
[9] Cf. ”El Ocaso de los Ídolos”, Nietzsche Friedrich, pp.78, Editorial Gradifco, 2004
[10] Cf. Primer capitulo de “the social construcition of reality”
[11] Cf. Primer capitulo “los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana”, del libro “the social construcition of reality”, pp. 38
[12] Cf. Obras Inéditas “¿Qué es Filosofía?”, Ortega y Gasset, José, pp. 28. Revista de Occidente, Bárbara de Braganza, 12 Madrid.
[13] ¿Qué es Filosofía?, Ortega y Gasset, José, lección II sobre teoría del conocimiento, pp. 28. Revista de Occidente, Bárbara de Braganza, 12 Madrid
[14] Locución Latina referida al recuerdo de la cosa y explicar el factor histórico, Libro “Raíces Greco-Latinas”, Vilches, Roberto. Pp.198
[15] En el estudio del lenguaje, se entiende como simetría a la cercanía.
[16] Platón
[17] Cf. Primer capitulo “los fundamentos del conocimiento en la vida cotidiana”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 63
[18] Expresión Aristotélica de la metafísica del “ser”, donde se refiere a que el ser cambia a cada instante.
[19] Expresión Greco-Latina, que significa el estado en que se hallaban antes las cosas
[20] Investigación de Portmann, Cf. Segundo capitulo “La sociedad como realidad objetiva”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 67
[21] Concepto elaborado por W. L. Thomas y desarrollado a través de su obra sociológica, Cf. Segundo capitulo “La sociedad como realidad objetiva”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 75
[22] Cf. Segundo capitulo “La sociedad como realidad objetiva”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 91
[23] Locución Latina que dícese de la investigación que se hace de la vida y costumbres.
[24] Cf. Segundo capitulo “La sociedad como realidad objetiva”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 96
[25] Manual de buenas costumbres
[26] Cf. Tercer capitulo “La sociedad como realidad sujetiva”, del libro “the social construcition of reality”, Berger & Luckmann pp. 164
[27] “Conocer” en su etimología latina

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